MANIOBRAS DE ESCAPE: JUGAR AL LIMITE

Una vez que A se coloca a la popa de B en una posición de control, ¿cuáles son las maniobras que puede intentar B para zafarse de A? Ya hemos analizado la opción de que B orce hasta proa a viento, veamos la segunda opción que es intentar la trasluchada y que se muestra en la figura 3.

B puede intentar escapar del control de A, aprovechando la pérdida de velocidad de éste al tener siempre que arribar en un ángulo más cerrado. De todos modos, si A sabe lo que se hace es muy difícil para B lograr su propósito.

Si B arriba, A lo hará también impidiendo la trasluchada de B de una forma similar a la que antes ha impedido la virada: B quedaría amurado a babor. La oportunidad de B es lograr que A pierda velocidad en la arribada. Para obstruir el intento de trasluchada de B, A deberá arribar en un ángulo más cerrado, lo que comportará una pérdida de velocidad. Si B es rápido, puede arriesgarse a trasluchar y cruzar la popa de A Aquí sí que la diferencia de nivel técnico entre ambas tripulaciones puede resultar decisiva. Normalmente, si A responde bien, B no tendrá opción; en este caso la solución que le queda a B es intentar aprovechar el hecho de que siempre la respuesta de A a sus movimientos será en un ángulo más cerrado -y por tanto más lento- y realizar constantemente orzadas y arribadas de diferente amplitud para lograr aumentar la distancia de seguimiento de A e intentar de nuevo la virada o la trasluchada con más agua que antes. Pero aquí de nuevo la posición relativa de ambos barcos juega a favor de A, pues su timonel, al estar detrás, tiene una notable anticipación visual.

En el caso de que ambos barcos naveguen hacia la derecha amurados a babor, la situación es similar desde el punto de vista de las maniobras, con el cambio de que en el caso de orzar, la regla 35 jugará lógicamente a la inversa.