CIRCLING, UNA DANZA FRENÉTICA

En este punto, empieza otra de las sorpresas para el espectador no habituado al match-race. La posición de "control" se logra cuando un barco consigue colocarse a popa de su oponente, pues de este modo, si es hábil, puede dirigirlo a voluntad a las peores zonas del área de salida con la clara intención de penalizarlo cada vez que intente escapar de su "prisión" y finalmente lograr salir en una situación de ventaja. Si volvernos a nuestros contendientes, A y B, que acaban de enfrentarse en la figura 1a (anterior figura)y se cruzan como muestra la figura 1b, vemos que A, que ha pasado a barlovento, arriba inmediatamente buscando la popa de B. Éste, a su vez, orzará para colocarse igualmente tras la popa de A. Se ha iniciado lo que se denomina como circling. arabos barcos giran persiguiéndose en círculos cerrados a una velocidad difícil de seguir. Gana esta especial batalla quién logra girar de una forma más cerrada perdiendo el mínimo de velocidad. Ni que decir tiene el terrible trabajo que para los trimers -especialmente el de la mayor- esto representa.

Si A ha calculado bien, llegará a 5 en una posición idónea para iniciar el circling contra B ya que éste deberá dejarlo pasar. Una vez se cruzan, ambos giran de forma cerrada para buscarse las popas y comenzando el circling.

Muchas veces el circling se decide por una pura cuestión de preparación física; esto se ha visto en algunas regatas de la Copa América, en que los responsables de los coffees quedan exhaustos tras unas cuantas vueltas. En la situación de la figura 1b, A está en una situación ventajosa, pues su primera maniobra en el sentido de giro es una trasluchada, mientras que B tiene una virada por avante. La trasluchada es una maniobra que permite girar de una forma más cerrada perdiendo menos velocidad que en la virada por avante, por lo que A puede intentar, a primera instancia y, si la reacción de B es lenta, trasluchar y orzar rápidamente para colocarse en una situación como la que muestra la figura 1c.

Insertar grafico pag 50 (figura 1c)

A ha logrado romper el circling girando deforma más cerrada que B. Ambos barcos permanecen proa al viento durante un lapso de tiempo. El primero que caiga hacía la otra amura perderá la partida. Si A aguanta bien proa a viento sin alterar su rumbo, tiene todas las de ganar, pues finalmente B no tendrá más remedio que caer de nuevo a estribor y así A podrá controlarle pegándose a su popa. Sin embargo, A no puede alterar su rumbo para impedir la virada de B, pues infringiría la regla 35.

En esta posición B se encuentra en una situación difícil que puede costarle caer bajo el control de A. No puede acabar la virada pues estaría amurado a babor y si A continúa proa a viento sin completar su virada sigue amurado a estribor. Aquí de nuevo entran en juego las sutilezas de la regla 35 que suponen para B la única posibilidad de escape. Si A ha sido lo suficientemente rápido en su orzada, puede permanecer proa a viento el tiempo suficiente para demostrar que no ha alterado su rumbo en el caso en que B complete su virada, pase a la amura de babor y aborde a A, en tal caso, B no puede alegar la regla 35 para penalizar a A o escapar de su control. Este es el motivo por el que súbitamente, en un momento del circling, los barcos se detienen proa a viento y permanecen con las velas flameando un largo periodo de tiempo. Es una espera en la que el menos habilidoso con su barco perderá el control y caerá en manos de su oponente. En esta situación ocurre muchas veces que una rolada inesperada decide en décimas de segundo el conflicto, pues, al correrse muy cerca de la costa, la estabilidad de la dirección del viento es precaria. En el caso de la figura 1c si la rolada es hacia babor, B quedaría automáticamente amurado a babor cayendo en las garras de A, si la rolada fuera a estribor la cosa no cambiada demasiado y B cacha finalmente bajo el control de A.